Las emociones positivas son un potente antídoto contra el estrés, el dolor y la enfermedad en la vejez, señala un reciente estudio realizado por Anthony Ong, psicólogo de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.
Para Ong, no se puede negar que las emociones positivas tienen un valor como recurso de adaptación y que, por tanto, resulta importante estudiarlas para entender y potenciar nuestros medios de desarrollo y florecimiento.
En cuanto al modo de fomentar este tipo de emociones a nivel individual, Ong aconseja cinco maneras de hacerlo. Una de ellas es tratar de encontrarle sentido a la vida cotidiana, revisando los acontecimientos adversos desde una perspectiva positiva, dándole un valor positivo a los sucesos cotidianos y proponiéndonos objetivos realistas.
La segunda vía es explorar técnicas de relajación que favorezcan la calma interior. Asimismo, Ong recomienda conectar con otras personas para despertar en nosotros emociones positivas, y realizar actividades que nos parezcan intrínsecamente motivadoras.
Por último, el cuidado personal también favorece la actitud positiva: una buena alimentación, un buen descanso y el ejercicio físico regular, son factores que favorecen no sólo el bienestar físico, sino también bienestar psíquico.
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Fuente: tendencias21
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