El hombre que mira al sol en la foto se llama Hira Ratan Manek (HRM) y nació en 1937 en India. Desde 1995 vive exclusivamente de energía solar y agua y tras 30 años de investigación y práctica personal divulga su método, el SUN GAZING (también conocido como Meditación Solar), por el mundo en conferencias y cursos gratuitos.
Su caso ha sido estudiado con intensivos seguimientos durante años, con resultados concluyentes respecto a los beneficios que esta técnica confiere.
El objetivo de Hira Ratan Manek es compartir sus conocimientos para la mejora de la vida en el planeta y ayudar a las personas a sanar física, emocional y mentalmente y a desarrollarse espiritualmente.
El Sun Gazing que enseña Hira Ratan Manek es sencillísimo y se basa en mirar al Sol en las horas más suaves, a su salida y ocaso, y con unos tiempos determinados.
Son 3 fases de 3 meses cada una en la que se va ampliando poco a poco la exposición. Se empieza en 10” y se acaba en 45′ pero a los 9 meses ya hemos acabado esta práctica y nos hemos cargado de energía solar porque las células del cuerpo se convierten en células fotovoltaicas, como un panel solar o como si fuésemos plantas:
La fotosíntesis no es una prerrogativa de los vegetales. La luz solar penetra dentro de la tierra, la cual lleva a cabo su propia fotosíntesis. Es así como se generan el oro, la plata, el cobre, los diamantes, las gemas preciosas. CON EL SUN GAZING HACEMOS NUESTRA PROPIA FOTOSÍNTESIS. Cogemos los fotones del Sol, los cuales constituyen una energía muy poderosa, un néctar que no está polarizado en positivo-negativo.
Hira Ratan Manek asegura que al finalizar los 3 primeros meses, en los que se llega a 15’ de exposición, se consiguen beneficios físicos importantes. A los 6 meses y con 30’ se experimenta una importante mejora a nivel mental; y a los 9 meses, en que se alcanzan 45’, llegan las mejoras espirituales.
Se ha comprobado que el sol, cuando el índice de rayos ultravioleta es inferior a 2, es una poderosa medicina. Él la denomina “quimioterapia natural”, pero sin ningún efecto secundario. También afirma que el auténtico Surya Namaskar (el Saludo al Sol) del que se habla en yoga consiste en realidad en mirar al Sol.
La energía solar llega desde el ojo al cerebro, multiplicando y regenerando las neuronas y las glándulas endocrinas cerebrales (pineal, pituitaria e hipotálamo). Además fortalece el sistema inmunitario, equilibra la insulina y aumenta nuestra aura. La lista de enfermedades que puede sanar esta práctica es realmente extensa y sorprendente.
Fuente: elblogalternativo.com
Imagen: Tambako The Jaguar. Vía Wylio.
Para los que se preguntan por la salud ocular derivada de la práctica, HRM afirma que “hoy en día ya hay muchos oftalmólogos que creen en los beneficios del sungazing. En Atlanta, decenas de oftalmólogos pudieron estudiar los ojos de numerosas personas que practicaron sungazing y comprobaron que en ningún caso la práctica causó daño alguno”.
Al fin y al cabo, somos Sol. La energía que ingerimos a diario proviene de su reinado. La afirmación “yo soy luz“, un conocido mantra en diversas tradiciones espirituales, puede ser perfectamente entendida en un sentido literal.
Fuente: Coaching y Creatividad
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